El mar
Las olas rompían a mis pies.
removiendo la arena
que juguetona trepaba por mi piel.
Con postiza valentía.
desafiaba el frío del mar,
el vaiven del oleaje.
Por mi angel protector
segura me sentía :
la mirada de mi madre,
que atenta vigilaba
y prudente me animaba.
Sus brazos fueron mi salvavidas,
mi empeño, el aprendizaje.
Nadar fue un reto,
un pertenecer al mar,
una fusión con su sal.
Cuando las olas me llevan
vuelve aquella emoción.
Las olas…
La arena…
El rumor del mar.
Van conmigo desde la niñez.
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